Fecha límite Bruselas 2020 La Nueva Ley de Educación

¿Nueva Ley de Educación?… ¿“Pa cuándo”? Si nadie lo remedia, nunca antes del 2020, fecha límite con la España se comprometió con Bruselas.

El día de la Marmota avecina un invierno largo para la Educación en España.

Y tú más…

Que sí, que sí; que el PSOE, antes de llegar al Gobierno, se levantó el pasado marzo de la mesa de negociación del Pacto de Estado Político y Social por la Educación, exigiendo una inversión del 5% del PIB (para «corregir» el 3,67% del PIB de inversión en el sistema educativo y que supondrían una inversión de 1.500 millones de euros cada año, hasta 2025) frente a la propuesta del PP de establecer un suelo de 5.000 millones adicionales para la educación no universitaria hasta 2015, y que ni siquiera hubo oportunidad de debatir el tercero de los quince bloques en los que se desglosó la negociación de este acuerdo, que correspondía a la equidad. (Fuente: El País) Girauta, y Ciudadanos estaban a lo suyo, “farfullando su lógica en política”, y afeando la actitud de los socialistas al indicar que «ya tenían intención de levantarse» de la mesa y «que el pacto fracasaría de todos modos». Además, criticó que el PSOE buscara una financiación basada en el PIB cuando, a su juicio, «lo que hay que blindar es el coste por alumno». ¿Y PODEMOS? Por aquellas fechas preparaban la escenificación de la Moción de Censura a Rajoy, cuyo cuento del lobo feroz, ya sabemos cómo acabó. Lo dicho.., “Pues tú más”

Tres bloques de quince, en “quince meses”:- Señorías, “casi dos cursos escolares en blanco” y lo único que se puede sacar en claro es que ninguna de las propuestas presentadas por los grupos contaba con el suficiente respaldo».

Todos tienen que ceder. Todos. En juego está el desarrollo de las potencialidades de nuestros jóvenes, verdaderos artífices de nuestro futuro inmediato.

Los derroteros de los adelantos pedagógicos en anteriores leyes de Educación tienen la guasa de que fueron formulados y aprobados por generaciones “sometidas” a la voluntad dictatorial de unos “flechas y pelayos” que marcaron, en las líneas de las leyes educativas aprobadas, sus ganas por dejar ese tiempo oscuro atrás. Y, ahora que podemos presumir de una generación de políticos nacidos en Democracia, ¿de verdad que no somos capaces de ver el mandato que nos han impuesto los ciudadanos para obligarnos a entendernos y llegar a acuerdos?

Los nuevos tiempos políticos deben sentar las bases para impedir la tentación de levantarse de la mesa, hasta que de una vez por todas, podamos proporcionar herramientas eficaces y un abanico sin fin de valores a nuestros jóvenes.

Es ahí donde reside la responsabilidad en reconocer el valor de la libertad ganada por los que pensaron en el conjunto antes que en sombras pasadas. Los políticos neonatos constitucionalistas del 78 debemos recuperar la capacidad para poder debatir hasta el infinito, propuestas que no dejan de incomodarnos, pero “por alusiones a éxitos pasados”, ahí también radica la responsabilidad de dicho DON; en el saber aceptar, modelar, refutar, y asimilar argumentos primigeniamente enfrentados.

Sentar las posaderas alrededor de una mesa de negociación, habiendo decidido previamente los límites que no tragarán, “no tiene sentido común en política”.

La sensación de inutilidad hacia la labor política que se respira en el ambiente es peligrosa, ¿y quién tiene la culpa? Todos sin excepción.

Los ciudadanos ya no perdonan la inanición en política. Exigen resoluciones inmediatas y valientes que solucionen los problemas del día a día, y que no sean planificadas en torno al postureo de intencionalidades ni a justificaciones basadas en errores ajenos del pasado que lastran realidades ausentes. ¿Y qué hay más importante que la Educación? Nada. Absolutamente nada.

Nueva Edad Media se avecina si postergamos el coger el toro por los cuernos de una vez por todas y nos olvidamos de que algunos se levantaron por un 5% y que otros pusieron un techo de 5.000 millones de euros a la educación no universitaria. Señores Bienintencionados de la España de los Cuatro Colores:

“El Blanco es el único objetivo; el pilar sobre el que se sustentará la base de nuestra sociedad en los próximos años. Y ya estamos tardando

 

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